domingo, 15 de agosto de 2010

cap. 56: La Ira Y El Final.

XxX: Hola, gente. -reconocería esa voz donde fuera. Y en el salón entra Gustav, con las llaves de Tom, o eso creo. No, las miro bien pero son una copia de las de Tom. -¿Qué cojones...?
Nellie: Gustav... -siento las mariposas de mi estómago. Siento la sonrisa que se forma en mis labios, nunca me había curado, pero yo he aprendido a vivir con el dolor de haberle perdido. Me levanto de estar agachada, Bill me mira, sabe que nunca lo olvidé, que nunca seré de él. Que mi corazón siempre es y será de Gustav, porque por mucho que lo intente, no puedo odiarle ni olvidarle. Veo que debajo del brazo trae un regalo, algo que es muy grande y plano, no sé, me da igual; ahí está él, todo lo demás me da igual. Me da igual romper el frágil corazón de Bill, me da igual que vea que siempre quise a Gustav que nunca lo olvidé que aunque el sea mi amigo no puedo reprimir el hacerle daño. Corro hasta Gustav, cuando llego a él le abrazo, le abrazo fuertemente, me lleno con su aroma. Mis pulmones aspiran aquel aroma, del que tengo un bote metido debajo de la cama, como si fuera mi pequeño tesoro.
Nellie: Lo siento... -no puedo mirarles a la cara. -Siento mucho hacerte daño Bill, siento todo aquello que pasó, perdóname Gustav. -me están fallando las fuerzas, mis piernas caen, no puedo sostenerme en pie.
Gustav: ¿Qué te pasa?
Nellie: Te he echado tanto de menos...
Gustav: Nadie se lo ha contado ¿verdad? -le miro incrédula.
Bill: Nellie, Gustav se ha casado hace unos 2 meses... -¡¿Qué?! Algo estalla en mi mente, un dolor, una rabia...
Nellie: Lárgate de aquí. -señalo la puerta de salida, deja lo que serían mis regalos de cumpleaños... Por eso odio el día de San Valentín porque aunque sea mi cumpleaños, siempre creo que son de amor y no de amistad.
Bill: ¿Estás bien, Nellie? -pero no le respondo, me levanto, con la cara mirando al suelo voy a mi habitación. Me pone la mano en el hombro, la aparto, le retuerzo la muñeca ni siquiera oigo sus lamentos, oigo mi propio dolor en primera persona, murmuro un lo siento pero debo irme.
Bill: Vamos, Nellie, cálmate. -me encierro en mi habitación, sin Gustav la vida no tiene sentido, no por lo menos para mí. Me miro en el espejo de gran tamaño que me regaló Helena por mi anterior cumpleaños. Me pongo la música, pongo Evanescence, Everybody's Fool, recuerdo como Amy Lee golpeaba un espejo en el videoclip, tambien recuerdo que el cristal de un espejo tambien puede llegar a cortar, incluso mejor que un cuchillo. Lo golpeo, caen un montón de trozos, la sangre recorre todo mi brazo.
Bill: Ábreme, Nellie...-hace girar el picaporte sin ningún tipo de resultado, la puerta no se abrirá hasta que yo muera. Cojo un trozo, miro como su cuchilla resplandece bajo la lámpara de techo...
Nellie: Es mi hora. -digo, alzando un poco la voz.
Bill: Para, por favor. - pero sus lamentos llegan como un susurro. Llega, veo a la muerte en persona, sonriéndome con cara traviesa. Sé que la última vez no lo consiguió pero esta vez sí, sonríe, has ganado la partida. Te doy la razón. Venga, es la hora; susurra en mi mente, clavo con fuerza el cristal y lo muevo para que se agrande más la herida. No puedo evitar gritar... Sale borbotones de mi sangre manchando la alfombra de pelo blanco del Ikea. Antes de irme, noto la mano caliente de Bill, mi amigo Bill, mi amante secreto, no intentes salvarme, de esta no sobrevivo, la muerte me quiere ya a su lado. No lo intentes... Mierda... El túnel de luz, que pronto ha llegado para mí...

BILL
Nellie muere en mis brazos y yo sin poder hacer nada, mi vida, mi amiga, mi secreta enamorada, ¿por qué te vas? Lloro sin resignación, lloro sin poder aguantarlo, ella se ha desprendido de la vida por Gustav.

Dos días después de su muerte, estamos celebrando su velatorio. Nora y yo haremos el honor de cumplir el deseo de Nellie, ser incinerada y echada en mi lugar de nacimiento. No sé si lo hizo porque quería mucho a Tokio Hotel o porque le gustó nuestra ciudad pero ya no está, ya no volveré a ver su dulce sonrisa. Gustav ha venido, que ganas tengo de meterle una paliza. Pero Tom me detiene, sé que Gustav lo hizo para que se olvidase de él porque no quería volver a verla sufrir. En el velatorio veo a sus padres, a Nora, Helena y Tom, abrazados, él intentándola calmar pero no puede; una chica de cabello negro cortado muy corto, Nora me comenta que es Lydia, antigua amiga de su hermana. Veo más gente que ya no me interesa. ¿Qué haré ahora que tú no estás ya en mi vida? No tengo sueños ni ilusiones, ningún aliciente para seguir... Pueda que te siga dentro de poco. Espérame a las puertas del cielo, por favor.

cap. 55: El Lío.

Cuando oigo que Gustav nos va a venir a vernos, me desespero. ¿Y si su aroma hace mella otra vez en mí? ¿Y después de recuperarme, vuelvo a caer? ¿Qué debería hacer?
Nellie: ¿Y cuándo vienen? -pregunto con total naturalidad.
Bill: El finde que viene.
Nellie: Pues creo que no voy a estar porque me dijo la Sra. Smith que tenía una reunión con los de la sucursal de EEUU. Tengo que ir yo de intérprete. -que excusa tan buena me ha salido.
Tom: Pero ella es inglesa ¿no?
Nellie: No, estubo casada con un inglés. Por eso lo del apellido.
Bill: Una pena porque podías haberle visto. Bueno, me disculparé por tí. -dice acariciando mi cabeza como si fuera un perro.
Nellie: Volveré lo antes posible por lo menos para despedirme. -¡Mentira! ¡Sucia mentira! ¿Qué te pasa, Nellie? ¿Por qué evitarle? Para que no me vuelva a doler el corazón.
Tom: Podríamos irnos por ahí, que hace buen día.
Bill: Tienes razón, comamos en algún lado.
Helena: ¡Sí!
Nellie: Id vosotros, yo ya he hecho mi comida. -enseño un bol de ensalada con palitos de cangrejo, unos cherry y queso fresco.
Helena: Tú no quieres salir porque no quieres ver a los enamorados por la calle.
Nellie: Mira, otra razón. -odio mi cumpleaños y ver a las parejas haciéndose arrumacos, mientras yo no tengo ni un solo pretendiente. ¡Es odioso!
Helena: Nos vamos tú y yo ¿no, Tom?
Tom: Claro, princesa. -le levanta de su regazo y la lleva en volandas hacia la puerta. -Nos vemos luego. Ya me contarás que tal Bill. -miro a Bill con cara de no enterarme de nada. Cuando salen de casa, Bill me mira...
Nellie: ¿A qué se refería?
Bill: Él se refería a esto. -me mira, saca una rosa de la espalda. -Nellie, he intentado echar este sentimiento de mi pecho pero no he podido. Sé que es tu cumpleaños pero quiero que veas que te quiero, desde que entraste por la puerta. Tom lo sabía porque sabe como me comporte cuando algo me gusta...
Nellie: Me encanta...
XxX: Hola, gente.

sábado, 14 de agosto de 2010

cap. 54: Un Año Y 6 Meses Después.

Jefa: De las Heras.
Nellie: ¿Sí, Sra. Smith?
Jefa: Quiero que este papeleo llegue mañana a la entidad de Suiza, ¿estamos?
Nellie: Sí, Sra. Smith. -después de lo de Gustav, no pude ir al trabajo durante unos meses pero de pronto es como si las partes de mi corazón se hubieran reconstruido y tiraran de mí. Bill estubo a mi lado todo el rato. Ahora puedo llamar a Gustav con normalidad, el primer día que le llamé, oir su voz fue como una bala en mi corazón y me eché a llorar, yo tambien oí a Gustav sofocándose. Aún sigo sitiendo esas mariposas.
Jefa: De las Heras, ¿me estás escuchando?
Nellie: Claro que sí. -Bill me ha ayudado a curarme, a sentirme bien.
Jefa: Son las dos, envía esto a Suiza y vete a casa.
Nellie: Claro, Sra. Smith. -mi jefa es una señora de mediana edad, unos 35 a 40 años. Gorda y señorona, aunque es fácil de tratar con ella; siempre lleva los labios de rojo y peinada con un moño alto y grande, su atuendo de oficina es de un traje femenino, con falda, negro o azul marino, y de vez en cuando, una blusa. Trabajo en un oficina financiera de secretaria de la Sra. Smith. Salgo del trabajo y cojo el autobús hasta  Cuatro Caminos, donde tengo alquilado un piso con Helena, mi mejor amiga, que está estudiando en la Universidad de Comillas, pagada por mis padres. Abro la puerta de mi casa y allí está ella, con Tom Kaulitz, paso hacia el salon y en la cocina encuentro a Bill, haciendo unas tortitas.
Nellie: ¡Bill!
Bill: ¿Qué?
Nellie: Prepara algo sano para comer. Déjame hoy cocino yo.
Helena: ¿Te han ascendido o algo?
Nellie: No, la Sra. Smith me ha dejado salir antes, te recuerdo que es mi cumpleaños.
Tom: El día de San Valentín, que bonito.
Nellie: Pues a mí no me parece tan bonito, es un día consumista que odio con toda mi alma.
Me voy a la habitación, a cambiarme de ropa, me pongo unos vaqueros anchos, las zapatillas de andar por casa, que son supersuaves, y una camiseta de manga larga con cuello de barco.
Bill: Estás preciosa.
Tom: Estaría mejor desnuda. -Helena lo golpea en las costillas, Tom y sus bromas bastas. Me pongo el delantal y me preparo para cocinar, he pensado hacer algo especial, he traído de la pescadería unas doradas buenísimas y que al horno tienen que estar muy buenas. De repente, suena Eminem ft. Rihanna, es mi móvil. Miro la pantalla del móvil, es Georg.

Georg: Hola, Nellie.
Nellie: Hola, Georg. ¿Qué tal?
Georg: Pues bien, ¿podrías pasarme con don MiMóvilSiempreEstáApagado?
Nellie: El Sr. MiMóvilSiempreEstáApagado, ¿está? -coge Bill mi móvil y habla con él. Se pasan hablando una eternidad. -¡Bill! ¡Mi saldo! -es una llamada de cobro revertido y Georg habla desde Alemania, esto me saldrá por todo mi sueldo.
Bill: Ya esta, mujer-rata.
Nellie: No soy una mujer-rata, no quiero dejarme ahí mi sueldo con el que pago todo esto.
Tom: ¡Eh! Que nosotros también pagamos.
Helena: ¿Qué quería Georg?
Bill: Que la próxima semana vienen a vernos. Él y Gustav.
Tom: ¡Qué guay! -¡Oh, mierda! Puedo hablar con Gustav por teléfono pero no sé si podré verle y aguantar las lágrimas.

cap. 53: Nueva Vida Sin Él.

Cuando llegué a casa me esperaba Bill, había llevado a mi hermana y a Helena a casa.
Bill: Nellie...
Nellie: Déjame, Bill. -le aparté a un lado y me metí en mi habitación, cerré con un portazo. Empecé a llorar, no podía creer que delante de mis padres pasara serena y aguantara pero ver a Bill con aquella expresión de que se haya arreglado todo, me dió mucha pena porque había mandado una historia bonita a la basura, a pesar de las inseguridades, los celos y demás. ¡Qué pena de historia!
Los lagrimones que caían de mis ojos, los limpiaba con aquel precioso vestido, cada vez que lo acercaba a mi nariz podía respirar la esencia de Gustav, eso hacía que llorara aún más. Mientras, al otro lado de la puerta, estaba Bill, escuchando mis lamentos que eran para el aire. Pensaba que ya no podría vivir, que no podría seguir con mi vida normal. Creía que ya no había nadie a mi lado, aunque estubiese Helena y Nora, ya no tenía a nadie.
Nellie: Ya no tengo a nadie... -lloraba. Entonces Bill empezó a golpear la puerta, con muchas ganas, creo que era con el puño.
Bill: ¿Cómo que no tienes a nadie?
Nellie: Quería a Gustav, ahora sin él ya no me queda nadie. Nadie que me diga aquellos te quieros susurrados al oído, a los que soy adicta. Quiero a Gustav.
Bill: Entonces ¿por qué lo has dejado con él?
Nellie: Porque mehacía daño, me hacía mucho daño que él fuera feliz sin mí, que hiciera su vida sin que él me recordase...
Bill: En eso te equivocas. Gustav siempre te echaba de menos, no paraba de hablar de ti y de todo lo que haciais. ¿Crees que no pensaba en ti? -negué con la cabeza. Miré a Bill a los ojos que parecían los ojos más paternales del mundo. -Gustav, me ha llamado en cuanto has bajado del coche; vuelve a Leipzig, a relajarse, a intentar olvidarte. Aunque no creo que él pueda solo, así que le he pedido a Georg que le acompañe. Tambien he llamado a la discográfica y me han dicho que tendremos un periodo de hasta dos años de vacaciones. He pensado en pasarlas con vosotras. -Nora se puso muy feliz cuando lo oyó pero yo no podía estar feliz, Gustav no iba a estar, no iba a poder arreglarlo con él, no podía llamarle y pedirle que volviera porque sería muy egoísta. Me guardé en el pecho todo lo que sentía por él y ahí guardado está todavía porque, incluso ahora, sigo sintiendo esas cosquillas en el estómago cuendo le veo.

cap. 52: Se Acabó.

Después de aquella noche, decidí que no podía seguir así; si yo le quería y él a mí pero ¿qué debía hacer con las dudas cuando estubiese por ahí? ¿Qué debería de hacer con las inseguridades y los celos?
Quisiera que esto no fuera tan duro, quisiera que esto no tuviera que ocurrir, quisiera que el amor fuese más fuerte que las inseguridades, el miedo, los celos y la distancia.
Nellie: Gus, he decidido que cortemos.
Gustav: Pero... Explícamelo.
Nellie: No puedo estar todo el día insegura, pensando en donde estarás, con quien, sintiendo que te pierdo. -salen lágrimas de mis ojos. -Yo te quiero mucho y no quisiera perderte para siempre...
Gustav: Entonces, ¿por qué lo haces?
Nellie: Porque no quiero seguir así de insegura, sintiéndome como un perro al que abandonas cuando es vacaciones y que seguirá aquí esperándote.
Gustav: Mi niña...
Nellie: Compréndelo, por favor.
Gustav: Lo comprendo pero tengo miedo. Me abandonas...
Nellie: Quiero que seamos amigos, amigos que se cuenten todo, amigos que estén ahí...
Gustav: De acuerdo, pero algún día te recuperaré y haré que seas feliz. -me abrazó, sentir su colonia entrando por mi nariz era algo... ¡Excitante!
Volví a casa, descansada, serena, sabiendo que había hecho bien las cosas. Gustav me llevó a casa, nos besamos por última vez, un último beso de sabor dulce y melancólico, ojalá pudiera recordar perfectamente su sabor porque así no olvidaría nunca a Gustav. Al subir a casa, esperaba que mis padres me echasen la bronca por dejar sola a Nora pero no, subí y me encontré con una sorpresa inesperada.

lunes, 9 de agosto de 2010

cap 51: Peleas y Riñas.

Nellie: ¿Quién me dice lo contrario? -pero estando con él; me atraía, era una sensación de indefensión que no podía vencer.
Gustav: Por favor, escúchame...
Nellie: No quiero oirlo, déjame. -salí de aquel coche, empapada de lágrimas. Él me siguió, corriendo, intentando que me quedase a su lado.
Gustav: Sabes que lo que he hecho era porque me lo pidieron los productores, eres la única que hay. -saqué mi cigarrillo del bolso y mi mechero personalizado con fotos nuestras, aún sigo guardándolo con cariño. Encendí aquel pitillo, que me sentó muy bien... lo disfruté a tope -Nellie...
Nellie: ¿Qué creías? No soy tan buena como aparento. Por favor, todo el grupo lo sabía así que no te hagas el loco. -metí otra calada, que bueno es el sabor cuando no hay otra cosa que hacer, cuando tu corazón dice basta y tu cabeza piensa ¡Dale por culo! Maldito corazón, maldita mente, maldita yo. Pasó un coche con la música a todo trapo, de dentro salía la canción de Fito y Los Fitipaldis, Corazón Oxidado.
Nellie: Mi pobre corazón oxidado
Mi pobre corazón encogido
Mi pobre corazón todo el daño
Mi pobre corazón todo lo bueno vivido
Mi pobre corazón lo mas malo
Mi pobre corazón lo divino, lo valiente, lo cobarde, lo esperado, mi virtud y mi defecto, mi barranco y mi camino
Mi pobre corazón no importa que sea pequeño
Mi pobre corazón siempre te hecha de menos
Mi pobre corazón que no le caben ya las penas
Siempre que me duele me lo llevo de verbena. -han metido la pata al llevar esa música, y más cuando una no puede ser sincera, porque me han hecho daño, porque él ya no busca mis besos, porque ya no le importo. -Llévame a casa, por favor.
Gustav: No te voy a dejar sola, además tus padres saben que esta noche no volverás a casa. -agarráme bien fuerte, déjame que te quiera un rato, por favor... Subimos a su habitación y allí, arropada con sus brazos me dormí.

miércoles, 30 de junio de 2010

cap. 50: En La Discoteca.

Karla nos acompañó hasta que la llamaron para que atendiera su puesto de trabajo. Cuando entramos sonaba la canción Alejandro de Lady GaGa, Nora y Bill iban de la mano, él agarraba la mía, recuerdo su mano cálida, yo sujetaba a Helena. Quería llevarla al lado de Tom Kaulitz, pero nada más entrar, ahí estaba él, se acercó a mí.
Gustav: Hola guapa. ¿Cómo te llamas? -las lágrimas se me desbordaron.
Nellie: Soy Nellie.- él abrió los ojos de par en par.
Gustav: Tú...- me giré, yéndome en dirección al guitarrista. Me acerqué a él, entregué la mano de Helena y volví al lado de mi hermana y el cantante. Tiré de mi hermana para ir a la pista de baile; Nora, sabiendo lo que me pasaba, no se quejó. Después de un buen rato me dijo que quería descansar y se alejó de mí, yo me dirigí a la barra, quería cogerme un Bayleys, así que me lo cogí y pregunté a la camarera si podía fumar. Otra vez, he vuelto con el vicio, mierda de todo.
Gustav: ¿Qué haces aquí?
Nellie: Pasarlo bien, o lo intento. -cogí mi copa y fui a buscar una mesita desocupada, al final me fui una cama de por allí, coloqué con cuidado la bebida sobre la bandeja de madera, me senté en plan sirena, y allí estuve.
De repente, empecé a notar que alguien me miraba, que quería tenerme por encima de todo pero hice caso omiso y me fui.
Más tragos, más cigarrillos y aquel al que no quería ver detrás de mí. Salí fuera para que me diera el fresco aire de la noche. Miraba las estrellas cuando él se sentó a mi lado, ya no huí, me puse los cascos del móvil y la música, justo empezó a sonar una canción triste, White Horse. Contén las lágrimas, niña tonta. -pensé para mí. Quería estar al otro lado del mundo, no quería estar cerca de él.
Nellie: Me has fallado.
Gustav: Pero...
Nellie: Lo que hagas o lo que digas... Ya no me sirve. -me levanté. -Pronto me iré de aquí, a un lugar donde nunca me encontrarás.
Gustav: Te conozco.
Nellie: ¡No! ¡Tú no me conoces! -estaba furiosa. -Lo pasaste bien con aquella chica ¿no? Creo que ahora es mi turno de pasarlo bien con quien quiera.
Bill: ¿Qué pasa?
Nellie: Yo creo que me voy, que me encuentro muy mal.
Bill: Yo te llevaré.
Nellie: ¡No! Tienes que cuidar de Nora. Iré en autobús o algo. Seguro que si hago dedo me coge alguien. -sonreí, forcé una sonrisa que no sentía.
Bill: Vale, toma para un taxi.
Nellie: No quiero dinero, llevo mi abono, con eso me vale.
Gustav: Yo te llevo.
Bill: Gustav... -le miró mal y luego comentó. -Acabas de sacarte el carnet, ¿seguro que vas a poder?
Gustav: Por mi chica, lo que sea. -Bill lo miró aún peor, eso miraba hubiera descuartizado al batera.
Nellie: Vale. -yo empezaba a estar bajo los efectos del alcohol. Subí en el coche de Gus, metió el contacto y metió marcha al automóvil, me dormí. Me desperté cuando noté que el coche ya no funcionaba. Abrí los ojos, estaba muy lejos de mi casa, estaba en frente a un hotel, en Plaza de Castilla, el hotel de una de las torres gigantes que allí construyeron.

La puerta del coche se abrió y él me tendió, como si fuera su protegida, pero aparté su mano sin más dilación. Rechazaba mirarle a los ojos, mirarle a él era como meter la pata en algo.
Gustav: Mírame. -yo negué con mi cabeza. -Mírame, por favor.
Nellie: No quiero mirarte, ni sentir que estás cerca mío. -al pasar al lado de una farola me mareé un poco. Me agarré a aquel adorno urbano. Serían un poco más allá de las 4:30AM, las bebidas me sentaron fatal y poté en la calle.
Gustav: ¿Estás bien?
Nellie: No me toques, tengo orgullo.
Gustav: ¿Qué te pasa conmigo?
Nellie: No deberías preguntarme. Ya lo sabes, lo que haces con tus fans. -me dolía el pecho, me dolía mucho. -No quiero hablar de ello. Llévame a casa...
Gustav: Haber si ahora he hecho todo esto para quedarme a solas contigo...
Nellie: Y follarme...
Gustav: Sabes que no soy así.

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Hola lectores.

En este apartado solo os quiero dejar un par de descargas para ver la historia con todo su esplendor. Yo he puesto como fuente de la página unas letras personalizadas. Aquí os dejo para que os la descargueis.

Graziias!!=)

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