sábado, 14 de agosto de 2010

cap. 53: Nueva Vida Sin Él.

Cuando llegué a casa me esperaba Bill, había llevado a mi hermana y a Helena a casa.
Bill: Nellie...
Nellie: Déjame, Bill. -le aparté a un lado y me metí en mi habitación, cerré con un portazo. Empecé a llorar, no podía creer que delante de mis padres pasara serena y aguantara pero ver a Bill con aquella expresión de que se haya arreglado todo, me dió mucha pena porque había mandado una historia bonita a la basura, a pesar de las inseguridades, los celos y demás. ¡Qué pena de historia!
Los lagrimones que caían de mis ojos, los limpiaba con aquel precioso vestido, cada vez que lo acercaba a mi nariz podía respirar la esencia de Gustav, eso hacía que llorara aún más. Mientras, al otro lado de la puerta, estaba Bill, escuchando mis lamentos que eran para el aire. Pensaba que ya no podría vivir, que no podría seguir con mi vida normal. Creía que ya no había nadie a mi lado, aunque estubiese Helena y Nora, ya no tenía a nadie.
Nellie: Ya no tengo a nadie... -lloraba. Entonces Bill empezó a golpear la puerta, con muchas ganas, creo que era con el puño.
Bill: ¿Cómo que no tienes a nadie?
Nellie: Quería a Gustav, ahora sin él ya no me queda nadie. Nadie que me diga aquellos te quieros susurrados al oído, a los que soy adicta. Quiero a Gustav.
Bill: Entonces ¿por qué lo has dejado con él?
Nellie: Porque mehacía daño, me hacía mucho daño que él fuera feliz sin mí, que hiciera su vida sin que él me recordase...
Bill: En eso te equivocas. Gustav siempre te echaba de menos, no paraba de hablar de ti y de todo lo que haciais. ¿Crees que no pensaba en ti? -negué con la cabeza. Miré a Bill a los ojos que parecían los ojos más paternales del mundo. -Gustav, me ha llamado en cuanto has bajado del coche; vuelve a Leipzig, a relajarse, a intentar olvidarte. Aunque no creo que él pueda solo, así que le he pedido a Georg que le acompañe. Tambien he llamado a la discográfica y me han dicho que tendremos un periodo de hasta dos años de vacaciones. He pensado en pasarlas con vosotras. -Nora se puso muy feliz cuando lo oyó pero yo no podía estar feliz, Gustav no iba a estar, no iba a poder arreglarlo con él, no podía llamarle y pedirle que volviera porque sería muy egoísta. Me guardé en el pecho todo lo que sentía por él y ahí guardado está todavía porque, incluso ahora, sigo sintiendo esas cosquillas en el estómago cuendo le veo.

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Hola lectores.

En este apartado solo os quiero dejar un par de descargas para ver la historia con todo su esplendor. Yo he puesto como fuente de la página unas letras personalizadas. Aquí os dejo para que os la descargueis.

Graziias!!=)

cuerpo
y títulos