martes, 22 de junio de 2010

cap. 39: Concierto I

Ese beso cargado de un amor que no sabía si sería capaz de corresponder, quisiera o no, yo también quería a Gonzalo.
Nellie: Gus... Que sepas que también quiero a Gonzalo...
Gustav: Me da igual. Conseguiré enamorarte, sea como sea.
Nellie: Gracias, Gustav. -le dí un beso, un pico de esos de niños pequeños.
Gustav: Por cierto, tomad entradas para nuestro concierto aquí.
Nellie: Iremos las dos gustosas.
Gustav: Pero antes debes pagarme.
Nellie: ¿Cuánto quieres?
Gustav: Un beso apasionado, un morreo, como el de el ascensor.
Nellie: Pero...
Gustav: Tranquila. Soy un romántico. -empecé por un beso suave y seguí con un morreo, disfrutando de cada centímetro de su labio, por más que lo probaba, más quería, hasta que le mordí y le hice una pupita.
Nellie: Lo siento, Gustav, fue sin querer.
Gustav: Anda, bésame más.
Nellie: Eres un adicto.
Gustav: Es que esto es adictivo. Tus labios saben a dulcísima miel y creo que me acostumbaría a estar así siempre. -me besó mientras se abría la puerta de la habitación, entró Helena, que se puso a regañarme sobre lo mío con Gus.
Helena: Joder, Nellie, que tienes novio. -la ignoré, sencillamente.
Nellie: Por cierto, Gus no invita al concierto de esta noche, ¿quieres?
Helena: Claro. -la noche vendría cargada de idioteces y verdades. Esa noche me vestí para la ocasión, unos vaqueros, unas botas de alto tacón y una camiseta de TH además de mi pelo normal, peinado al estilo emo.
Gustav: Vamos que te llevo.
Nellie: No quiero que me veas hasta que vaya al concierto. -decía mientras me mordía las uñas, llevaba mucho tiempo sin fumar. Quería un pitillo, todavía no había asimilado lo de Gus... Pero, en realidad, no sabía si le quería, solo le conocía de las entrevistas. Tenía mucho miedo de fallarle.
Gustav: Si tú estás preciosa con todo. Venga anda...
Nellie: ¡Qué no! Ya me verás allí.
Gustav: Como tú quieras, rubia.
Nellie: ¡Tonto! -oí como Bill lo llamaba y él se iba. Este iba a ser mi primer concierto de los TH, encima, Gus se había convertido en mi "novio", eso me ponía aún más nerviosa. Me puse los cascos para relajarme pero no pasaba nada, puse la música que más me relajaba, Don't Jump de Tokio Hotel. El grupo de mi nuevo chico. ¡Dios! Estaba meganerviosa. Para relajarme, y como Helena se había ido con Tom, todos sabemos a que..., me puse a cantarla, no muy alto. Pero creí mejor cambiar la música, puse Within Temptation, que pareció relajarme más.

cap. 38: Destapando La Caja De Pandora.

Después de hacerlo con Gustav en el ascensor, fuimos a mi habitación y me dormí. A la mañana siguiente, pedimos al servicio de habitaciones un montón de cosas.
Nellie: Gustav, ¿qué tal se vive en la cima?
Gustav: ¿En cuál cima?
Nellie: En la fama.
Gustav: A mí casi nadie me conoce; los que más ligan son los Kaulitz. Sobretodo Bill.
Nellie: Pues como sea con todas como conmigo, no debe ligar demasiado.
Gustav: La verdad es que Bill normalmente suele tratar bien a las fans, es muy raro. Tendrá la regla. -los dos reímos, le besé. No podía contenerme, en parte, porque pensaba que iba a ser su juguete esa noche y todo se acabaría.
Nellie: La verdad yo es que admiro mucho a Bill pero no me gusta con sus pelacos. Porque va a acabar con los pelos hechos papillas, tú eres el más normal y humano de los cuatro; por eso siempre te miro a ti, sobretodo en los conciertos.
Gustav: Joder, pues ahora me siento mejor. Porque siempre me siento muy por debajo a Bill y Tom...
Nellie: La verdad, que yo sepa la única forma que me ha gustado Bill fue en Don't Jump/Spring Nitch. Con los pelos normales.
Gustav: La verdad es que sí...
Nellie: Gus... -empezó a sonar mi móvil con Don't Jump. -Disculpa.

---CONVERSACIÓN TELEFÓNICA---

Nellie: ¿Sí?
XxX: Soy Gonzalo.
Nellie: Hola, cariño. ¿Qué tal todo por Madrid?
Gonzalo: Pues nada, aquí con los coleguillas y demás.
Nellie: ¡Qué bien!
Gonzalo: ¿Qué tal vosotras por allí? ¿Qué tal Helena?
Nellie: La verdad es que estábamos las dos de disco.
Gonzalo: Por cierto, cielo, ¿sabías que Jorge está en Alemania? Tened mucho cuidado las dos, ella sobretodo.
Nellie: Claro...
Gonzalo: Bueno, niña que me voy a seguir con la juerga. Muchos besitos para las dos.

---FIN---

Gustav: ¿Quién era? Aunque me lo puedo figurar...
Nellie: Sí, él es mi novio.
Gustav: Y ¿has follado conmigo teniendo novio? ¡Eres despreciable!
Nellie: No lo entiendes. Somos novios pero él quiere a otra. Además tú no puedes hablar mucho, hoy seré tu juguete y mañana estaré olvidada.
Gustav: No me llaman el más romántico por nada. Me he enamorado de ti desde que te vi salir de ese cuarto de baño.
Nellie: Gus, lo siento. Siento no ser muy sincera contigo, por ser como soy... -me besó, no podía creeérmelo, en verdad Gus estaba enamorado de mí.

cap. 37: Gustav.

Nellie: ¿Por qué no nos vamos?
Gustav: Buena idea. -llamó a Tom, este dejó de comerse los labios de ella y escuchó todo lo que le decía mi compañero.
Tom: Vale... ¿Quieres que tú y yo nos vayamos?
Helena: No. Estoy bien aquí.
Nellie: Pero...
Tom: Tranquila, yo cuidaré de ella.
Nellie: Vale, me quedo más tranquila. -agarré la mano de mi acompañante y salimos del local. Fuimos hablando hasta que llegamos a la entrada, allí se le acercaron una veintena de fans que le empezaron a atosigar. Y yo me sentí empequeñecer, andé lo más rápido que me dejaban mis piernas, que era a paso de tortuga, entré en recepción y pedí mi llave, me dirigí al ascensor, llamé. Pero entonces, Gustav me agarró por la espalda, creo que se enamoró de mí, desde que, aquella noche salí del baño de la habitación de lo Kaulitz. Subimos al ascensor, Gustav le dió dinero al ascensorista mientras le susurraba algo, él muchacho se marchó y el batería y yo nos quedamos solos. Se acercó aún más a mí, me agarró, me levantó en volandas y me apoyó contra la pared, me besaba el cuello se fue abriendo paso por entre mi vestido; cuando me tocaba el cuerpo me ardía, empezó a tocarme los pezones, a lamerlos. ¡Dios! No podía reprimir los gemiditos que salían por entre mis labios, estábamos en  el piso noveno. Paró el ascensor y siguió abriéndose paso entre mis braguitas, me las bajó. No podía reprimirme, era el mejor precalentamiento que tenía desde que empecé a hacerlo.
Nellie: Gustav...
Gustav: Ssshh... Cállate. -metió su cara entre mi vestido y empezó a lamerme, me sentía tan bien, tan viva. De pronto paró y se puso encima mía, me penetró, no podía parar de disfrutar aquello, olvidándome de mi noviazgo con Gonzalo. Se quitó y me levantó, me volvió a apoyar en la pared y desde ahí, volvió a meterla. Lo estaba disfrutando.
Nellie: Gustav... El condón.
Gustav: Tranquila, ya me he puesto. -era verdad, nunca me fiaba y siempre revisaba, toqué con la mano y lo tenía puesto y siguió haciéndome el amor. Cuando terminó, reinició el servicio del ascensor, en nuestro piso estaba el segurata.
Nellie: ¿Me acompañas a mi habitación? -murmuré a su oído. Él asintió. Cuando llegamos a la puerta, le pedí qe entrara. -Tranquilo, yo estoy satisfecha.
Gustav: Y yo, así que, ahora, a estar normal.
Nellie: Sí...
Gustav: ¿Te gustó?
Nellie: Sí. Me daba mucho morbo.
Gustav: Me alegro. -verle ahí, sentado en mi sofá, me daba la sensación que entre él y yo no había un mundo que nos separaba. Me tumbé encima de sus piernas y al final me dormí.

cap. 36: Suerte.

XxX: Soy Tom, Tom Kaulitz.
Nellie: ¡Whoa! ¡Cómo mola!
Helena: Es verdad. -Tom se acercó a nosotras, besó mi mano y la mejilla de Helena. Nosotras nos fuimos a la habitación, Tom nos dijo que esta noche nos pasáramos por allí que nos presentaría a los demás.
Nellie: ¡Qué envidia! Tom Kaulitz te ha besado en la mejilla, ¡qué suerte! -Helena se tocó la mejilla con la mano y se puso colorada. -Nadie en casa se lo va a creer.
Helena: Dios... Me siento tan...
Nellie: Vamos a prepararnos para esta noche. Apenas quedan 2 h. -me hice un recogido con trenzas, eliminando mi flequillo emo. Me miré en el espejo...
Helena: Estás radiante. Eres muy guapa, Nellie.
Nellie: No me digas esas cosas que luego me las creo. -mi amiga se había dejado su pelo normal, no se hizo nada en especial. Nuestros vestidos eran hermosísimos, la verdad es que todavía no me creía que en menos de una hora íbamos a conocer a una banda juvenil tan importante tan alemán como mundialmente hablando. Helena se comportaba como si se fuera a reunir con unos antiguos compañeros de clase o alfo así, o igual era yo, que este tipo de cosas me ponían eufórica. Pero que guapa estaba con ese vestido, ese vestido... El que me mandó Samy... El mío fue un vestido que Penélope tenía de cuando ella era una adolescente, cuando se empezó a llevar el royo oscurillo o gótico. También me puse unos manguitos de rejilla. De pronto, alguien llamó a nuestra habitación.
Helena: ¿Quién es?
XxX: Servicio de habitaciones. -abrimos la puerta, allí estaba un chico trajeado con un uniforme azul marino y empujando un carrito.
Nellie: No hemos pedido nada.
SH: No, si se lo han mandado desde la habitación de los Kaulitz. Todo pagado por ellos. -se fue en dirección a la puerta, la abrió. -¡Qué aproveche!
Helena&Nellie: Claro.
Helena: Que de molestias se toman por nosotras.
Nellie: Mientras no pidan mucho a cambio. -levantamos los capuchones de metal y debajo, cocina italiana pura y dura; raviolis, espaguettis en distintas formas de prepararlos y un montón más de pasta, de beber había champán y postre, ¡FRESAS CON NATA! -¡Kya! ¡Qué guay!
Empezamos a zampárnoslo, teníamos hambre, cuando nos quedaba solo el postre, el timbre volvió a sonar por segunda vez en esta tarde.
Helena: Lo siento, estamos ocupadas.
Tom: Así que estáis dando buena cuenta del banquete que os mandé. -¡Mierda! Encima estabámos sin maquillar.
Helena: Espera Tom. -ella se empezó a maquillar mientras yo acababa con el postre. Cuando terminé, me fui al baño a retocarme y mi amiga abrió la puerta.
Tom: Pensaba que ya no me ibas a abrir. -dijo mientras acariciaba su nariz.
Helena: No es eso, acabamos de cenar.
Tom: Hay que darse prisa, Georg está despistando al segurata. -pinté mis labios de rojo sangre, metí en mi bolso las pocas cosas que necesitaba: el pintalabios, el móvil y la laca de uñas. Pensáreis que para que necesitaba la laca de uñas, con toda la movida no me había dado tiempo a pintarme las uñas, así que, en cuanto entré en la habitación de Tom, me metí en el baño y terminé de pintarme las uñas a juego con mis labios. Cuando salí todo el mundo me miraba.
XxX: ¡Qué guapa! -dijo el componente de pelo largo y castaño, Georg. -Con eso ya me siento satisfecho por haber hecho de cebo. ¿A qué sí, Gustav?
Gustav: Es preciosa... -me miraba con los ojos muy abiertos y embelasado. -¿Tú qué opinas, Bill?
Bill: Bah, es solo otra fan. -me miraba con odio, con asco. -¿Por qué os poneis así por una chica que solo le interesamos como famosos?
Nellie: Más respeto aunque sea una fan, no tienes que tratarme como si fuera peor que una puta. -Bill me miró, sorprendido de mi contestación. -¡Capullo!
Bill: Me voy. -se levantó del sofá y se marchó a otra habitación. Joder, mi relación con quien más admiraba del grupo. Pero me había tratado mal y no iba a dejar que alguien así me bajase la moral. Me senté con Gustav, el más sensato del grupo.
Gustav: No le hagas caso. Bill es así con todas las fans que entran en su cuarto.
Nellie: Pues no pienso dejar que me baje la moral así que...
Georg: ¿Qué tal si nos vamos de fiesta?
Helena: ¡¡SÍ!! -todos se levantaron pero yo preferiría quedarme allí, sentada. Gustav me agarró de la mano y me levantó. Fui con él de la mano, sin querer soltarme, me sentía perdida en aquel lugar; sin embargo, Helena lo pasó bien. Se empezó a enroyar con Tom, Georg empezó a beber como un cosaco y un par de chicas se le acercaron, estuvieron hablando con él y se le llevaron del brazo.
Nellie: Lo siento, Gustav. No creo que lo estés pasando muy bien conmigo.
Gustav: Da igual, no me importa. Tampoco me gusta mucho la fiesta.

cap. 35: Indicaciones Raras Y Encontronazos Inesperados.

En cuanto terminé con aquella mera cruzada por ser recordada. Dije a mi chico de salir, era verano y quería ir a un parque, a sentarnos y disfrutar de la verde hierba, de todo lo que los días en que trabajaba no podía hacer.
Penélope: Podéis ir al Capricho. Es un parque precioso y todavía es temprano. Está al lado del Parque Juan Carlos I.
Gonzalo: ¿Qué te parece si vamos allí y hacemos un pequeño picnic?
Damián: No dejan pasar comida por respeto al parque y su estética.
Nellie: Pero puedo hacer una seción fotográfica con la reflex, y Gonzalo y Helena serán mis modelos. -dije esa frase sin pensar lo que vendría después, pensaba que Gonzalo me aguantaría porque me amaba pero, a veces, las personas te engañan y sufres.
Nellie: ¡Whoa! ¡Qué bonito! Yo quiero vivir aquí por siempre... En aquella casita tan pequeñita.
Helena: Venga, ¿cuándo empieza la sesión de fotos?
Nellie: ¡Ya! -me tiré toda el día sacándoles fotos, parecían que su complicidad iba más allá de las cámaras pero no le di importancia alguna. Les hice posar muchas veces como si fueran pareja, besándose y acariciándose. Después, hablé con Helena de irnos la semana de su cumpleaños a Alemania. Me dijo que sí, noté que miraba distinto a mi chico pero seguí sin darle importancia, y de refilón vi como Gonzalo también la miraba como si su atracción me dejara fuera pero, seguí sin darle importancia ninguna.
Pasaron las dos semanas hasta el día 4. Llegamos al aeropuerto y a Alemania fuimos, en el vuelo fui escuchando a Tokio Hotel, íbamos a ir a Leipzig, allí aterrizaríamos y desde allí, al hotel. No recuerdo su nombre, solo sabía que estaba abarrotado de gente, muchas con un cartel en la mano: "Ich liebe Bill" Otras gritaban lo mismo que lo que ponía ne los carteles o el nombre de Tom.
Nellie: ¿Qué es todo esto?
Helena: No sé.
Botones: Los Tokio Hotel están en el hotel, y las fans les esperan para poder verlos. -nos acercamos a recepción, pedimos nuestra habitación reservada. Subimos al undécimo piso, se abrieron las puertas del ascensor... Y vimos el ajetreo que había en el corredor, preguntamos al ascensorista, que dijo que aquí estaban instalados los componentes del grupo. De repente, un guardaespaldas se acercó a nosotras.
GE: Lo sentimos señoritas, pero aquí no pueden estar.
Nellie: ¿Cómo que no? Nuestra habitación está allí, señalé el lado opuesto del pasillo de donde estaba el grupo.
GE: De acuerdo, pero cuidado con intentar colarse...
XxX: Venga, Carlo, no seas así. Deja a las pobres señoritas que entren.
GE: Tom... Me vas a matar un día.
Helena: ¿Quién eres?
XxX: Soy Tom, Tom Kaulitz.

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Hola lectores.

En este apartado solo os quiero dejar un par de descargas para ver la historia con todo su esplendor. Yo he puesto como fuente de la página unas letras personalizadas. Aquí os dejo para que os la descargueis.

Graziias!!=)

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