Cuando esa tarde llegué a casa, Gonzalo preguntó a mi madre que le dijo que mi albúm existía pero que estaba escondido, porque no quería recordar que yo era su hija.
Gonzalo: ¿Cómo puede decir eso? Su hija es un tesoro para mí. No puede tirar a la basura sus recuerdos.
Mamá: No están tirados a la basura. Ella es mi hija pero estoy demasiado decepcionada con ella como para dignarme a recordar como era el pequeño sueño de nuestro matrimonio.
Nellie: Pero, mamá, como dice Linkin Park... "Porque todo lo que pensaste que yo sería, se derrumbó justo frente a ti... Pero sé, que yo podría terminar fallando también, pero sé, que eras igual que yo, con alguien decepcionado de ti." Tus padres también se sintieron decepcionados de tus elecciones. -entonces mi madre, la mujer fría, me pegó un guantazo. el golpe en sí, no fue mucho pero me dolió por dentro; mi madre tenía la desfachatez de pegarme. Gonzalo se acercó a mí pero le aparté. Me fui a mi cuarto, Helena no estaba, estaría por ahí con mi hermana. Me metí en un rincón obscuro y no quise salir. No dejé entrar a nadie, al final Gonzalo se fue preocupado y cabreado, le gritó un par de cosas a mi madre y cerró de un portazo. Con el paso del tiempo me dormí. No me desperté hasta que noté el contacto de alguien, se había abrazado a mí como si fuera un peluche. Era Helena, pero no estaba dormida.
Nellie: ¿Qué te pasa?
Helena: Ha vuelto...
Nellie: ¿Quién?
Helena: Él... Jorge.
Nellie: Solo ha sido un sueño...
Helena: No ha sido un sueño. Hoy le he visto, en el centro comercial, cuando iba con Nora.
Nellie: ¿Estás segura? -solo asintió. Yo tenía miedo así que diría a Nora que cuidase de ella. Entendía que tuviese pánico a alguien como Jorge. Pero no sabía que su regreso la marcaría. Incluso cuando Héctor habla conmigo por teléfono, ella sigue sudando y teniendo pesadillas con él. A la mañana siguiente hablé con Nora.
Nora: ¿Qué pasa, hermana?
Nellie: Helena, me ha dicho que ha visto a Jorge en el centro comercial...
Nora: Sí, yo también le ví.
Nellie: Quisiera que cuidases de ella en el instituto. Tú sabes mejor que nadie como de fácil se puede entrar allí.
Nora: Tranquila. Helena es como mi segunda hermana, no dejaré que ese tío tarumba la toque.
Nellie: Gracias, Nora. -no sé por qué pero Nora me empezaba a caer mejor desde hace unos días. Juré que Jorge volvería a probar una buena medicina. Así que decidí entrenarme un poco. Cuando no curraba iba a un gimnasio con Gonzalo. Él se entrenaba ya casi como costumbre porque según nos dijo, ya no tendría que volver. Eso nos alegró mucho y cuando le conté todo lo que paso con Jorge y Helena, decidió darle unas clases de defensa personal a ella. Yo mientras, junto con un entrenador personal, decidí que tendría que hacer que Jorge no volviese a tocar a Helena.
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